Esta semana se emite en televisión la enésima
versión de Romeo y Julieta y no se por qué pero tengo curiosidad y ganas de
verla, que tienen ciertas historias que, da igual las veces que las veas, te
siguen enganchando?
Si analizamos la parrilla de televisión encontramos en series y miniseries casi siempre los mismos patrones y arquetipos. El triángulo amoroso, el chic@ ric@ que se enamora del chic@ pobre, los amores imposibles de Montescos y capuletos, Cyranos de pacotilla, el engaño que se convierte en realidad…Todos ellos reinventados, revisitados, actualizado, modernizado y todos los eufemismos que se quieran emplear para no decir que es la misma historia otra vez, aunque con pequeñas diferencias.
Lo más curioso de esto es que muchas veces estos
patrones se corresponden con los cuentos que nos leían cuando éramos pequeños.
Prety Woman es la cenicienta, pero no es la única, Anastasia Steel (50 sombras
de Grey) tiene mucho de Cenicienta y de Bella porque es capaz de amansar a esa
Bestia que es Christian Grey debajo de la que se oculta ese príncipe.
Entonces, ¿no maduramos a lo largo de nuestra vida o
a nuestro niño interior le siguen gustando los mismos cuentos de siempre? O simplemente
es que a los guionistas y escritores se les están acabando las ideas? Porque de
repente existen otro tipo de historias que no caen en todos estos tópicos y nos
enganchan, precisamente por eso, porque, aunque los cuentos nos siguen llegando
al corazón porque están unidos a esa parte de nuestra vida, también estamos
deseando que nos sorprendan y por eso series como Juego de Tronos triunfa, pero
esa es otra historia.
M
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