Hace poco leí un artículo sobre la película La gran Familia Española y, en él, su director (Daniel Sanchez Arévalo) mencionaba una de sus películas favoritas, 7 novias para 7 hermanos,y que de algún modo le había
inspirado para rodar La gran familia
española (yo no sabía hasta que punto le había inspirado, para eso hay que ver su película, así que 0
spoilers).
Hasta el momento en que leí el artículo creía ser la única (INOCENTE) a la
que no le daba vergüenza reconocer que me he visto la película tantas veces... que me sé los diálogos y las canciones de memoria, los bailes no, porque son muy
difíciles pero vamos, que se me la peli de principio a fin y me encanta.
Quien les iba a decir en 1954 a los ejecutivos de la
Metro (productores del film) que se iba a convertir en un éxito tal que, hoy en día, es
tanto o más recordada que Brigadoon, que era, por así decirlo, el caballo
ganador de la MGM y a la que le dieron las facilidades (tranquilidad, yo tampoco conozco Brigadoon, sólo de oidas).
De hecho 7 novias se fue componiendo a trancas y
barrancas, al principio ni siquiera era éste el título. Al principio se llamaba
Sobbin’ Women, título provisional que funcionaba perfectamente puesto que la
trama de la película fué inspirada por el rapto de las sabinas de la biblia,
pero cambiando la campiña romana por las montañas de Oregón y los romanos por
montañeros.
Stanley Donen era un joven director con un futuro
prometedor en la nómina de la MGM y a él le fue encargado el proyecto, la única
condición que el estudio puso fué que la película se rodase en el sistema de imagen
convencional y en cinemascope, sistema novedoso para la época y que se estaba empezando a usar, por lo que, al final, fue como hacer 2 películas
a la vez ya que las cámaras de cinemascope eran distintas, por lo cual se veían
obligados a montar la escena y rodarla por duplicado.
Este no fue el único problema con el que se iba a
topar el joven Donen.
La película es un musical, y era necesario (logicamente) montar
y coreografiar los números. El coreógrafo elegido era Michael Kidd pero este no
quería hacerla. Le insistían diciendo: “escucha los temas y te
convencerás”. Kidd aceptó escuchar los
temas pero seguía sin ver a montañeros fornidos poniéndose a bailar de repente y sin venir a cuento (según él).
Entonces Donen le propuso: "haz la película, no va a haber baile, sólo tienes que hacer el montaje de las escenas musicales".
Cuando Donen y Kidd se reunen con los jefes del estudio
para hablar de actores y presupuestos, al ver a Michael Kidd lo primero que les
dicen es: “Bueno Mike ahora que te tenemos a ti en la película seguro que los
números de baile serán espectaculares”. Kidd pilló un cabreo considerable y se sintió traicionado por Donen al
que consideraba amigo, pero ya había firmado el contrato y no podía abandonar, sólo
tendría que ingeniárselas para que los números de baile fuesen lo mas "naturales" posible,
no impostados,como si eso fuera fácil, un musical y en esa época...
Solucionado este problema surge otro, ¿quienes serán los actores?
Para los papeles principales: Adam, el hermano mayor, y su esposa Milly, eligieron a
Howard Keel, actor con un amplio bagaje en musicales, y Jane Powell también curtida en el teatro musical. Con
esto ya tenían cubierta la parte cantada de la película, sólo faltaba la parte
bailada, encontrar a los demás hermanos y sus novias fue más complicado y ahí Kidd
otra vez encontró que no le daban lo que necesitaba.
El coreógrafo necesitaba 6
bailarines o, al menos, 6 actores que pudiesen bailar, pero, al final, tuvo que
trabajar con 4 grandes bailarines, un acróbata y un ex-jugador de beisbol reconvertido
a actor.
Aún así, podemos decir que entre los hermanos
Pontepee había grandes bailarines, Matt Mattox (Caleb) antigua estrella de
ballet, Marc Platt (Daniel) procedente del ballet ruso, Jacques d’Ambroise
(Efrain) cedido para la ocasión por el New York city ballet y Tommy Rall (Flor)
gran bailarín, que encajaba perfectamente en el papel. El
acróbata/actor Russ Tamblyn llevaba desde los 13 años en la nómina de la Metro
y, como él mismo confiesa, no sabía bailar pero sus habilidades de saltimbanqui
fueron las que convencieron a Stanley Donen de que era perfecto para el papel
del hermano menor Gedeón.
A Russ Tamblyn no sólo le recordaremos siempre como
Gedeón, también será siempre Riff, el mejor amigo del protagonista en esa
versión musical de Romeo & Julieta que es West Side Story y en la que
también baila y canta (otro día hablaremos de ella).
Ademas de Howard Keel (Adam) que casi no baila, porque está casado y no necesita conquistar a nadie, tampoco baila Jeff
Richards (Benjamín) que no sabía bailar y, de hecho, si uno mira con atención
la película se da cuenta de que en todos los números musicales está al margen,
mejor apartarlo para que al menos no moleste parece la consigna.
No hacía falta que las chicas fuesen bailarinas, ya tenían a Jane Powell y sólo necesitaban actrices que en los números
de baile supiesen dejarse llevar. Julie Newmar diría años después que cada vez
que se acordaba del rodaje de 7 novias la palabra que venía a su mente era
lujuria, porque esos hombres tan altos, tan guapos, tan fuertes…
Pues bien aún no teniendo lo que pedía creo que las
3 semanas de ensayos y los 15-18 bailarines empleados han hecho del baile en la
reconstrucción del granero una de las escenas más emblemáticas no solo de la película
sino también del cine musical y del cine en general. Una escena de casi siete
minutos donde hay una batalla de bailes, todo tipo de piruetas y acrobacias y
hasta un final feliz para los montañeros en su primer encuentro con chicas.
¿Cómo podrá el público diferenciar a los hermanos
del resto de hombres del pueblo? Esta era la cuestión que rondaba la cabeza de
Stanley Donen, así que cuando contrató a Russ Tumblyn la solución también se
presentó delante de él: los hermanos serán todos pelirrojos.
Sólo faltaba ponerse a rodar.
Donen se había hecho ilusiones de que podría rodar en exteriores, pero los recortes de presupuesto le
obligaron a rodar en viejos estudios de sonido, y aprovechar viejos decorados de la MGM
para rodar las escenas que transcurren en el pueblo. Las montañas eran telas
pintadas colgadas a modo de cortinas, podrían engañar a los pájaros que
soltaron para simular que estaban en el exterior y chocaban contra las cortinas (pobrecitos),
pero no a los demás.
Por si todo esto fuera poco también tuvieron que enfrentarse a una polémica un poco
absurda. En la canción Lonesome polecat (que habla de la soledad de estos hombres en la montaña, con la única compañía de sus animales) la letra dice “un hombre no puede dormir si duerme con las ovejas”, y los
ejecutivos de MGM lo consideraron irrespetuoso con respecto a los hombres y las
ovejas. De ahí en adelante las ovejas en el set permanecerían encerradas (yo tampoco lo entiendo pero así fué).
La última pieza del engranaje era dar con un título
definitivo porque Sobbin’ women no tenía mucho gancho. Lo cambiaron por A bride
for 7 brothers (una novia para 7 hermanos), pero este título daba lugar a malas interpretaciones, por eso y,
al final, el título definitivo con el que todos estuvieron conformes fue 7
novias para 7 hermanos.
El estudio consideró la película de segunda, por
tanto, no la estrenó en gran número de salas, estaban reservadas para
Brigadoon (no pregunteis por que, yo tampoco lo se. Pero 7 novias se convirtió en el sleeper de la temporada y tuvo un
éxito inesperado, fue candidata a 5 oscars de los que ganaría uno, Mejor Banda sonora
para un filme musical.
Por todo y mucho más es una de mis películas favoritas de
todos los tiempos, a lo mejor no está en el top5 pero sí entre las
imprescindibles. Espero que todo esto, por lo menos, a todo el que lea este tostón que os he soltado le anime a ver una película que al final te deja con una sonrisa en
los labios cuando en la pantalla a parece THE END.
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