VERDADES Y MENTIRAS
“Un
poeta sea cual sea la edad que representa siempre es demasiado joven para morir”
Esta cita es la única frase que Joseph L. Mankiewicz
añadió al guión de Tennessee Williams para la película De repente, el último verano (1959).
Normalmente este director era, a su vez, guionista
de sus películas pero en aquella época estaba hecho polvo por el fracaso de su
matrimonio y no tenía ánimo para escribir nada, por eso T. Williams le hizo
llegar este guión y le convenció de que debía ser él quien lo dirigiese.
Uno pensaría que, teniendo a Montgomery Clift,
Katherine Hepburn y Liz Taylor este iba a ser un rodaje fácil. Nada más lejos
de la realidad, la verdad es que no resultó nada fácil y casi todos los
problemas venían del mismo sitio: Monty.
Clift había sufrido un accidente de tráfico que le
había destrozado el lado derecho de su cara y, aunque se había hecho cirugías de
reconstrucción, nada era como antes. Eso hacía que todos sus planos mostrasen
un determinado perfil de su cara o se ocultase su maltrecho rostro con juegos
de luces, todo para crear la ilusión de que seguía siendo el mismo. Pero éste
no era el único problema, Monty había decidido que era buena idea remojar sus
problemas con alcohol y eso hacía que se presentase tarde en el set, que no se
supiese sus diálogos…Todo esto hizo que la paciencia de Mankiewicz se viese
colmada y decidió prescindir de él, lo que no esperaba era que las dos actrices
se solidarizasen con su compañero y lanzasen un órdago al director: o readmites
a Monty o nosotras nos vamos, sólo haremos la película con él.
Esa clase de solidaridad es difícil de encontrar
pero surtió efecto porque el director readmitió a Clift y los tres terminaron
la película. Redujeron los parlamentos de Montgomery al máximo y, la verdad, si
uno ve la película hoy en día, no echas de menos que ese neurólogo diga o haga
algo más, es un mero espectador de lo que ocurre entre esas dos mujeres, una
especie de catalizador de la verdad, una verdad oscura, un secreto del último
verano, pero una situación que venía repitiéndose verano tras verano. Un
secreto del que el personaje de K. Hepburn era consciente (como buena
madre) pero que al de L. Taylor estaba
volviendo loca porque no lo entendía, no sabía cómo procesar todo aquello que
había sucedido el último verano.
La verdad, no se que ha traído a mi memoria esta
película que, es una gran película pero como todas aquellas con guión de T.
Williams requieren más de un visionado para poder llegar a entenderla o para
captar todos aquellos pequeños detalles que, estaban en el diálogo, pero a los
que no habías prestado atención.
De cualquier modo yo recomendaría a todo aquel que
le guste el cine con mayúsculas que viesen esta película que, de seguro, les
sorprenderá. No sé si para un crítico de cine ésta entraría entre las 5 mejores
películas de Mankiewicz pero para mí éstas serían: De repente el último verano,
Ellos y Ellas (ver a Brando cantar y bailar no tiene precio), El fantasma y la
señora Muir (tierna), Eva al desnudo (cómo no, genial Bette Davis) y La condesa
descalza (no hay animal más bello que Ava Gardner descalza o no).
Otro nombre importante dentro de mi “cinefilia” es
por supuesto Tennessee Williams, creo que me han gustado todas las películas
que he visto basadas en sus obras o relatos, pero lo más curioso es que mi
película favorita es justo la que a él menos le gustaba. Esta sería La Gata
sobre el tejado de Zinc y lo que a él no le gustaba era que Hollywood barriese
debajo de la alfombra la homosexualidad del personaje de Paul Newman y a mí me
gusta, no porque borren su homosexualidad, sino porque la grandeza de la
película, en mi opinión, es que, en el espacio de 12 horas, esta familia sufre
una catarsis y después nada volverá a ser lo mismo, entonces, después de todo
eso, iba él a volver con su mujer a vivir una mentira? Es posible que esté
enamorado de su mujer aún siendo gay? Como decía las historias de T. Williams
no son fáciles. Hay que masticarlas!!
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