Cat on a hot tin roof
MENDACIDAD: Hábito o costumbre de mentir
Esta simple palabra será repetida en numerosas ocasiones a lo largo de la película de 1958 La gata sobre el tejado de Zinc. Esta palabra detrás de la que Brick se esconde para justificar su alcoholismo encierra gran cantidad de secretos que, a lo largo del film se irán revelando.
La película está basada en la obra de teatro de Tennessee Williams "Cat on a hot tin roof" estrenada en Broadway en 1955 de la mano de Elia Kazan. Esta versión incluía a Burt Ives en el papel de BigDaddy, papel que retomará para el cine, haciendo una interpretación totalmente brillante (al menos en mi humilde opinión). A pesar de obtener los premios Tony más importantes de ese año y alcanzar las 700 representaciones Williams no quedó satisfecho del resultado ya que la censura le había obligado a suavizar aspectos de la obra, especialmente el de la homosexualidad de Brick.
El director de la película Richard Brooks reemplazó a George Cukor que no se atrevió a trabajar en una obra que, obligatoriamente, iba a ser amputada por la censura. A este director también se le debe la adaptación al cine de otra obra de Tennessee Williams: Dulce pájaro de juventud.
La trama se desarrolla de un modo muy teatral, en un corto espacio de tiempo, apenas 12 horas y casi en tres actos a lo largo de los cuales, la familia Pollit irá desenredando la gran red de secretos y mentiras que les rodea.
El principio de la historia envuelve a la familia en un ambiente festivo. El cabeza de familia, al que todos llaman por el apelativo cariñoso de BidDaddy, está de cumpleaños, no es lo único que celebran. En su visita a una prestigiosa clínica, ha recibido buenas noticias, padece de colon irritable y no tiene ninguna enfermedad grave.
Sus dos hijos han viajado a la casa familiar para compartir esta celebración. Brick y Maggie, es decir, Paul Newman y Elizabeth Taylor conforman el matrimonio más joven, él es el ojito derecho de su padre; por otro lado tenemos al hermano mayor Gooper (Jack Carson), sus 5 hijos ( o los 5 monstruos cuellicortos como Maggie llama "cariñosamente" a sus sobrinos políticos y su esposa Mae (Madeleine Sherwood) embarazada de su sexto hijo.
A las celebraciones de cumpleaños también están invitados dos viejos amigos de la familia, el doctor Baugh y el reverendo Cooper, los dos asistirán, con incomodidad a veces, a los hechos que se van sucediendo durante la "fiesta".
Este arranque da un aspecto de felicidad que se irá desvaneciendo en seguida, con gran crudeza por momentos.
Pronto descubriremos que el informe de la clínica es completamente diferente al que le han dado al hacendado y su esposa. El abuelo Pollit padece un cáncer de colon terminal e inoperable, los doctores de la clínica no han podido hacer nada por él.
El matrimonio formado por Brick y Maggie tampoco es feliz. Él ha escogido ahogar sus penas en alcohol y ella está decidida a reconquistar a su marido, al fin y al cabo, es una <<Gata sobre un tejado de Zinc caliente>> y su victoria será <<mantenerse en él mientras pueda soportarlo>>.
Gooper y Mae duermen en la habitación que está justo pegada a la de Brick y Maggie, están al tanto de la mala situación del matrimonio y cualquier ocasión es buena para hacer hincapié en ello. A lo largo de su vida Gopper ha hecho siempre lo que su padre esperaba de él y, ahora, él y su mujer están allí para recoger los frutos de ello; si Big Daddy se está muriendo, ellos quieren ser los primeros en la carrera por la herencia del abuelo Pollit, mientras, él hace planes para aprovechar los años que le quedan, buscar una amante a la que cubrirá de <<joyas y visones>>.
Este será un mero aperitivo en lo que se refiere a grandes revelaciones. El secreto más importante y del que Brick no está dispuesto a hablar de lo esconden él y Maggie. Su padre, en cambio, ahora que cree que no se va a morir quiere averiguar qué es lo que está pasando con su hijo, ¿por qué está destruyendo su vida copa a copa? A BigDaddy tampoco le ha pasado inadvertida la frialdad con la que Brick trata a su esposa ¿qué pasa entre ellos?
Brick le responde con evasivas pero su padre no va a darse por vencido. Todos los problemas de la pareja se reducen a un nombre: Skipper.
Skipper era el mejor amigo de Brick, los dos jugaban en el mismo equipo de football. Su amistad era muy especial, tanto que Maggie se sentía excluida, deseaba a su marido solo para ella y ya conocemos el dicho: "Ten cuidado con lo que deseas...".
Todo se reduce a una fatídica noche. Brick estaba lesionado y no jugó aquella tarde, su equipo perdió y su amigo fracasó estrepitosamente, sin Brick en el campo quedaron al descubierto las debilidades de Skipper. Había decepcionado a su equipo y tenía miedo de haber decepcionado también a su mejor amigo.
Las personas del hotel en el que se concentraba el equipo pidieron a Maggie que hablase con Skipper para tranquilizarle antes de que destroce la habitación. Después de varias súplicas, Skipper aceptó dejarla entrar en su habitación. Maggie le ve como nunca antes le había visto y percibe el temor a la reacción que Brick pudiese tener por su fracaso en el terreno de juego, Maggie le sugiere que debería apartarse de ellos, dejarles en paz. Las palabras de Maggie tienen efecto en Skipper pero no el que ella espera, el chico la besa.
Maggie tiene sólo dos segundos para decidir qué debe hacer, si se acuesta con Skipper demostraría a su marido que su amigo no es como él piensa, pero podría perder a su marido en el proceso, rechaza a Skipper y se va de allí, la ironía de esto es que perdió a su marido de todos modos, porque nunca quiso escuchar su versión acerca de lo que sucedió aquella noche.
Sin embargo el creer que Maggie y Skipper se habían acostado no es lo que tiene a Brick vaciando vasos de Boubon uno tras otro y es hora de afrontarlo.
Skipper se suicidó, saltó por la ventana de la habitación del hotel donde Maggie le dejó, pero no fue ella la última en hablar con él. Skipper telefoneó a Brick que no reconocía a su amigo en aquel hombre lloroso y asustado, por eso le colgó el teléfono, que volvió a sonar una y otra vez. Ese ruido es el que sigue oyendo en su mente de manera incesante, sólo el alcohol acalla ese ruido que le atormenta.
Todos los esqueletos están fuera del armario, Maggie no se acostó con Brick y él no supo manejar las cosas cuando su amigo le llamó pidiendo ayuda (¿cómo puede salvar el que se está ahogando a aquel que se hunde?).
En la película la relación entre Skipper y Brick se muestra claramente como una relación puramente amistosa, en la obra original Tennessee Williams dejó claro que Skipper es gay y está enamorado de Brick aunque la condición sexual de Brick no queda tan clara, está acorralado entre el deber y la pasión. Su padre le explica que, si él ha podido estar casado desde hace 40 años con una mujer de la que no está enamorado, él también será capaz de cumplir con su parte y tendrá con Maggie un digno heredero.
Pues bien, ahora que todo lo ocurrido aquella noche está claro, Brick no soporta estar allí ni un minuto más, a pesar de la tormenta que tienen encima. Su padre le sigue fuera y los dos hombres discuten, para ganar la discusión Brick usará la información que conoce acerca de la salud de su padre, le hiere de tal forma que el gran hombre se queda mudo y arrastra su cuerpo hasta la casa.
Maggie ve a su marido bajo la lluvia, incapaz de irse porque el coche se ha quedado encallado en el barro y su muleta se ha roto. Maggie sale a buscarle para ayudarle a entrar en casa, cuando llega su altura, Brick solo le dice <<le he hecho daño Maggie>> y, por primera vez se apoya en su mujer literal y figuradamente.
Esta escena marcará un punto de inflexión en la película. BigDaddy se refugiará en el sótano donde no quiere ver a nadie mientras en el salón Mae y Gooper intentan que BigMama firme los derechos de sucesión que convertirán a Gooper en el principal heredero. Maggie está viendo lo que intentan y, antes de que baje al sótano, pide a Brick que la ayude a cortar lo que su hermano y su cuñada intentan hacer, Brick le dice que no está interesado en la herencia, que ella se pelee por las migajas. Maggie acepta que su marido piense eso de ella pero esta vez sus razones no son egoístas o ambiciosos, sólo lo hace porque <<sabe lo que es perder a alguien que quieres>>.
Lo curioso de esta frase es que Liz Taylor la pronunció después de que se tomase un descanso del rodaje, porque su ex-marido, el productor Mike Todd murió en un accidente de avión. Taylor estaba devastada por la noticia, pero después de 3 semanas, el estudio la presionó para que volviese al trabajo. En estos días Liz adelgazó 5kg. y, si uno mira la película con detenimiento, se puede apreciar esa diferencia de peso.
La película entrará así en su tercer acto que discurre en ese sótano lleno de trastos, padre e hijo charlarán de un modo que quizás no habían hecho nunca. Brick hace entender a su padre que les ha dado de todo menos cariño . Los dos deciden que van a hacer las cosas de otro modo de aquí en adelante, empezando por ayudarse el uno al otro a subir las escaleras del sótano.
La película termina con un toque de esperanza, Brick y Maggie se besan apasionadamente y él coge la almohada del sofá y la devuelve a la cama.
A pesar de que esta adaptación de su obra nunca convenció a Tennessee Williams, años más tarde reconocería en una entrevista que sus recuerdos eróticos favoritos eran "el torso en camiseta de Marlon Brando en "Un tranvía llamado deseo" y la actitud de Paul Newman/Brick a punto de besar a Liz Taylor/Maggie al final de la película".
El tema de la homosexualidad de Brick y Skipper fue modificado en el guión de la película, cosa que no gustó a su autor. Con otros cambios no se mostró contrariado, ejemplo de ello es la escena que abre la película. Tenemos a Brick borracho, en un estadio vacío en el que oye los vítores de la gente que le llevan a intentar saltar las vallas dando con sus huesos en el suelo, haciéndose daño en el pié, lo que causa que el resto de la película lleve su pié derecho escayolado.
El encuentro de dos estrellas como Paul Newman y Liz Taylor fue como un choque de trenes, la enorme carga emocional que ambos despiden durante toda la película fue, sin duda, una de las bases del éxito mundial de la cinta. En palabras de un crítico norteamericano: "La sensualidad de Liz arrastra a todos menos a su marido en la película, y los espectadores, de una u otra forma, soñamos con que al final Paul Newman sea tan humano como todos nosotros. El mérito de Liz fue hacer morir de deseo al público y el de Newman el de intentar resistirse a tal reclamo sin, por fortuna, conseguirlo".
Todo esto hace de "La Gata sobre el tejado de zinc" una de mis películas favoritas (por si no había quedado claro) y subrayo lo de película porque se da, quizás el único caso, en el que elegiría 10 veces de 10 la película sobre el libro. No seré yo quien ponga en duda la maestría de Tennessee Williams, la obra está llena de diálogos intensísimos que necesitan de más de un visionado para apreciar todos los detalles que encierran. Mi única pega al libro sería la falta de esperanza, ilusión por el futuro que espera a Brick y Maggie. En el libro no queda clara la homosexualidad de Brick, pero sí queda claro que no querría seguir adelante con su matrimonio, de ahí que su padre le aconseje seguir adelante con su vida tal como está y tener hijos.
En cambio, en el final de la película parece que soplan vientos de esperanza para Brick y Maggie, como ese amanecer soleado que ha surgido después de la tormenta (real y figurada) que sacudió la casa de los Pollit.
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