QUE BELLO ES VIVIR!!! (al menos a veces...)
http://play.cadenaser.com/audio/001RD010000003959488/
El 25 de Diciembre la Cadena SER emitió (en el enlace podéis escucharlo) una adaptación de ¡Qué Bello es Vivir! recuperando así, el casi olvidado radio teatro, en otras ocasiones había sido "Cuento de Navidad", pero esa sería otra historia..
En esta recreación, dirigida por Josep María Pou, Javier Cámara es Clarence, el ángel en prácticas que debe ayudar a George Bailey, el protagonista, (con la voz de Tristán Ulloa), por orden de su "jefe", José Sacristán (este hombre, con su maravillosa voz, no podría tener otro papel que no sea el de Dios). Al elenco de voces masculinas se suman las femeninas... Aitana Sanchez-Gijón interpretando a Mary, la esposa de George, Tina Sainz la madre....
Escuchar esta recreación fue una verdadera delicia, me emocionó y me empujó a volver a ver la película homónima, navideña por antonomasia: ¡Qué Bello es Vivir! (Frank Capra, 1946).
La historia es una adaptación de un cuento de Phillip Van Doren de 1943 titulado The Greatest Gift. En esta historia nuestros dos protagonistas son dos "perdedores", George Bailey y su ángel en prácticas Clarence, aunque la verdad es que no lo son.....
James Stewart es George, un hombre al borde de la bancarrota, y además siente que nada sale como él planea, ni en su trabajo ni en casa. En el otro lado, está Clarence (Henry Travers) un ángel deseoso de probar su valía y ganar por fin sus alas. El "jefe" cree que Clarence puede ayudar a George pero, para ello, primero debe conocerle muy bien y, sobre todo, conocer qué es eso tan malo o tan grave que le ha llevado al puente, para tirarse al vacío y acabar con su vida.
Dios repasa para Clarence ciertos momentos decisivos de la vida de George Bailey, momentos con los que Dios quiere mostrar a su aprendiz la gran valía de George y cómo una pequeña acción puede cambiar para siempre la vida de otro. Le enseñará, por ejemplo, cómo George salva a su hermano de morir ahogado cuando eran niños, cómo evita que el farmacéutico para el que trabaja entregue veneno por error a uno de los clientes,...
Poco a poco Clarence entiende por qué el "jefe" le ha hecho este encargo. George es un buen tipo, alguien muy especial pero que no sabe que lo es (quizás ahí reside parte del encanto del personaje).
El ángel de la guarda está en prácticas por algo, su modo de romper el hielo con su encargo no resulta del todo bien. "Una de dos o este que dice que es un ángel está perdiendo la cabeza o la estoy perdiendo yo" piensa George antes de pedirle que le deje suicidarse en paz. Pero Clarence está más interesado en saber por qué George cree que su única salida es el suicidio que en irse y lo único que consigue con eso es sacar de quicio a George, que exasperado le grita que quiere morir porque sabe que todo el mundo estaría mejor sin él.
Sin pedir permiso a nadie el ángel concede a George su deseo: desde ese momento para el mundo él no existe, ni siquiera ha nacido. George va a tener un viaje de regreso al pueblo que no olvidará.
Para empezar su hermano hubiese muerto ahogado porque él no estaba allí para salvarle, el farmacéutico es ahora un alcohólico vagabundo ya que él no estaba para evitar que diese veneno en lugar de una medicina, su mujer, Mary (Donna Reed), es una solterona amargada porque el amor de su vida no existe en esta realidad, sus hijos tampoco existen,... George cree que está perdiendo la cabeza y, cuando intenta ir a su casa, lo que encuentra es una casona abandonada. Durante todo el trayecto Clarence le ha repetido sin parar que todo es diferente porque él no existe por lo que George se derrumba y empapado en llanto le grita a Clarence que QUIERE VIVIR!!
Al abrir los ojos George vuelve a estar en el puente, un oficial de policía se acerca a él para preguntarle qué le pasa y le reconoce, George nunca ha estado tan feliz de ser él. Sale corriendo de allí y durante el camino de vuelta a casa disfruta al ver de que todo está como él recordaba, la única diferencia está en que él ahora lo mira todo con nuevos ojos, todo le parece más bonito, no puede sentirse más feliz.
Su encuentro con Clarence le ha hecho ver que no es ningún perdedor y que sus acciones han afectado las vidas de los demás habitantes del pueblo mucho más de lo que él creía, muchas veces no somos capaces de apreciar lo que tenemos delante de nuestros ojos.
Quizá por todo esto ¡Qué bello es vivir! se ha convertido en un clásico pero no cualquier clásico sino en la película navideña por excelencia. La hemos visto mil veces, conocemos la historia, otras series y películas le han hecho homenajes y han usado el mismo hilo argumental... pero aún así no somos capaces de resistirnos a ella, sobre todo en esta época.
El AFI (American Film Institute) considera ¡Qué Bello es Vivir! como una de las películas que debe estar entre los 100 títulos más importantes del cine americano dentro del top ten. Además se la considera una de las películas de mayor significado cultural o histórico. Sin embargo, todas estas consideraciones se hicieron con el tiempo porque el recibimiento por parte del público de la época fue bastante tibio.
A pesar de que el film pinchase en taquilla, sí fue tenido en consideración de cara a las nominaciones a los Oscars. ¡Qué Bello es Vivir! fue nominada a mejor película, dirección, actor principal (James Stewart), edición y sonido pero sólo obtuvo el premio al mejor logro técnico.
En varias de estas categorías perdió frente al film Los mejores años de nuestra vida y, sin embargo, hoy en día la que recordamos, la que se homenajea (o copia, según se mire) es ¡Qué Bello es Vivir! Parece que, al igual que George, todos necesitamos ver las cosas con nuevos ojos o nuevas perspectivas para poder apreciar su verdadera valía.
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