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miércoles, 29 de agosto de 2018

MARLON BRANDO

Después de hablar del rey del Rock es necesario, inevitable, hablar del hombre que ha sido, es y será (porque nadie ha conseguido superarle) el mejor actor de todos los tiempos, (siempre, en mi opinión) aquel con el que se miden todos los demás, ese es sin lugar a dudas MARLON BRANDO












Nació en Omaha, Nebrasca el 3 de Abril de 1924 lo que quiere decir que su signo del zodiaco es Aries, signo de fuego, apasionado, lo que describe el carácter de este hombre a la perfección. 

Su carrera como actor empezó mucho antes de que supiese que lo que hacía era actuar. Su madre Jocelyn era alcohólica y él imitaba a los animales de la granja y se inventaba pequeñas representaciones sólo para mantenerla distraída, alejada de la bebida. De algún modo, era él el que intentaba cuidar de su madre y no al revés. 

Cuando cumplió 19 años se mudó a Nueva York, sus dos hermanas, junto con sus familias, se mudaron también. El joven Marlon empieza a trabajar como ascensorista y, un día, movido por la curiosidad, cruzó la calle para ver dónde iban todos aquellos jóvenes que él veía entrar en el edificio de enfrente, todos los días. Resultó ser una escuela de interpretación, allí conocerá a Stella Adler y descubrirá una pasión que no sabía que tenía. 

Su magnetismo le abrió las puertas del teatro. Nadie duda que aquel chico tenía algo muy especial, hacía que todo el mundo diese un respingo en su silla cuando él entraba en la habitación. Después de pequeños papeles le llegará el papel que le cambia la vida, el de Stanley en Un Tranvía llamado deseo. Elia Kazan dirige esta obra de teatro escrita por Tennessee Williams. La obra fue un éxito incontestable de crítica y público.  

Su primera película, The Men (1950), pasó sin pena ni gloria pero para el mundillo del cine lo que es seguro es que Marlon no pasó desapercibido, había nacido una estrella. 


Después de esta le llegaría su primer gran papel en la gran pantalla, repite el papel de Stanley Kowalski en Un Tranvía llamado Deseo (1951) que tantas alegrías le había dado en el teatro. Junto a él repitió prácticamente el mismo equipo, Elia Kazan volvió a dirigir y el cast era el mismo, a excepción de Vivian Leigh que interpreta el papel de la cuñada Blanche. Su interpretación en esta película le dio la primera nominación a los premios Oscar.

Su modo de interpretar era diferente a todo lo que se había visto hasta entonces, dominador de los silencios como nadie, de un modo instintivo. Rita Moreno (que fue su pareja de un modo intermitente a lo largo de 10 años) decía que era como si tuviese que pararse a pensar lo que uno le decía, ella contaba, divertida, que esos silencios alargaban sus conversaciones telefónicas de tal modo que, en una ocasión, le dio tiempo a hacerse manicura y pedicura entre silencio y silencio.


Al año siguiente llegaría Viva Zapata! (1952) que recogía la biografía del líder revolucionario mejicano Emiliano Zapata. Brando encontró por fin el modo de canalizar su propia rebeldía. La película fue dirigida por Elia Kazan, (de nuevo trabajan juntos),  y co-protagonizada por Anthony Quinn. Este papel le reporta la segunda nominación a los Oscar. 


En aquella época, el senador McCarthy llevaba a cabo una caza de brujas dentro del mundo del cine, les interrogaba acerca de su relación con el Partido Comunista. En 1952 le llega el turno de testificar a Elia Kazan que, al verse presionado por el senador, no sólo admite su relación con el Partido años atrás sino que también delata a varios de sus compañeros. Brando se siente muy decepcionado con el que considera su "padre espiritual" en el mundo del cine, en el momento en el que más lo necesitaba, porque va a enfrentarse, por primera vez, a un Shakespeare, en la película de Joseph L. Mankiewitz, Julio Cesar. El disléxico de Omaha se sentía como pez fuera del agua, entre los "preparados" actores ingleses que conformaban el reparto. 

Si se preguntaba a cualquiera quién era el mejor actor del mundo, en aquella época el nombre que se repetiría era el de Sir Laurence Olivier, pero después de ver a Brando en esta película, si se  realizase la misma pregunta, la respuesta sería otra. Hay un antes y un después de Marlon Brando y todos los actores se medirán con él.  

En su siguiente película, Salvaje (1953), Brando encarna al cabecilla de una banda de moteros. El look y temática de la película convirtió a Brando en el héroe de la generación del rock & roll que estaba naciendo, así como el modelo a seguir de jóvenes actores como James Dean, que copiará a Brando en todo lo que se nos puede ocurrir, debido a la gran admiración que sentía por él.  

En 1954 le llega el papel de su consagración en la película La ley del silencio, en la que Brando encarna a Terry Maloy. Brando rechazó el papel en varias ocasiones, todavía estaba un poco resentido con Elia Kazan, que era el director de la película. El papel casi acaba en manos de Frank Sinatra, un cheque de 100.000€ enviado por el productor de la película, Sam Spiegel, hizo que Brando cambiase de idea. Aunque no lo admitió, Kazan estaba muy contento con lo ocurrido, porque él siempre vio a Brando en el papel de Terry. 


Marlon refleja una sensibilidad bajo la chulería de su personaje que encandiló al público y a Kazan, que admiraba la intuición de Brando para ver ese lado de su personaje. De hecho, Marlon, dió la lata sin parar con respecto a una escena muy concreta de la película. En ella, Charlie encañonaba a su hermano Terry, se trata de la famosa escena de "yo podría haber sido alguien", a Brando le parecía poco realista que, su personaje, pudiera creer a su hermano capaz de dispararle, Kazan admiró profundamente lo que el actor hizo con la escena, esa manera de apartar la pistola suavemente y, lo único que Terry dice es Oh Charlie!... con amor, melancolía incluso con dolor. Según Kazan "si esa no es la mejor interpretación hecha por un hombre en la historia del cine americano no se cuál puede ser". Este papel le da a Brando su primer Oscar que recoge de manos de Bette Davis (vaya pareja!!).     

En 1955 repite a las órdenes de Joseph L. Mankievitz en una película que es una rareza dentro de su filmografía, por tratarse del único musical que hizo. En Ellos y Ellas Brando canta y baila con bastante acierto, cosa que uno, a priori, no diría de él (jeje). En el film comparte cartel con Frank Sinatra y Jean Simmons. La película no funcionó bien en taquilla y la crítica destrozó el modo de cantar de Brando. Sus mayores detractores, hasta el momento,  hacían hincapié en su modo de hablar, siempre balbuceando, y con esta película tuvieron una gran oportunidad para meterse con él. Durante el rodaje, la relación entre él y Sinatra fue muy fría, Brando era un actor que necesitaba varias tomas y a Frank no le gustaba repetirse a sí mismo, se refería a Brando como "mumbles" (balbuceos) y, después de esta película no quiso volver a oír hablar de "esa mierda del Actor's Studio". 


A los 15 años era un marginado solitario, y a los 31 era un actor de fama mundial. que no pasa desapercibido allá donde va. Era un hombre al que le gustaba divertirse, le encantaba el sexo y, en parte gracias a su fama, no había mujer que se le resistiese. En una ocasión se empeñó en que debía conocer a la chica que ocupaba la portada de la revista LIFE. Se trataba de una jovencísima Rita Moreno, los dos compartían una pasión desbordada el uno por el otro, pero Brando nunca supo ser fiel, sus amigos decían que necesitaba tener a 3 mujeres a la vez. 

Rita recuerda que, en una ocasión estaba tan enfadada con él, porque la había vuelto a engañar, que, cuando recibió la llamada del mánager de Elvis Presley que quería conocerla, no dudó en aceptar la cita, cambiar a un rey por otro. Las cosas no salieron tan bien porque por muy encantador que fuese Elvis siempre salía perdiendo en la comparación con Brando. 

En 1957 Marlon se casa con Anna Kashfi con la que tiene a su primer hijo Christian Brando. El matrimonio no durará y en 1959 se divorcian. Brando no tarda en casarse de nuevo, en 1960 se casa con la Mexicana Movita Castaneda con la que tuvo 2 hijos, sobra decir que este matrimonio tampoco duró, en 1962 se divorciaron. Brando se muda a Hawaii para rodar y en el set conoce a su tercera esposa Tarita Teriipaia, 18 años más joven que él, lo que no impidió que se casaran en Agosto de 1962. 


Brando, además de estar distraído por su nueva conquista, en el set de Hawaii de Rebelión a bordo hace notar su poder, poniendo pegas al guión y a todo lo demás, lo que le convierte en alguien con el que es muy difícil trabajar. 



En su vida personal, Brando se convirtió en defensor de varias causas, pero la lucha por los derechos de los negros le moverá de un modo especial y acude a la marcha organizada en Alabama, a la que Matin Luther King también asistió. Este momento personal le anima a aceptar el papel del Sheriff en la película de 1966 La Jauría Humana (una de las favoritas de mi madre) en ella hacía su debut un jovencísimo Robert Redford. El activista y el actor se reconcilian en este personaje que lucha a contracorriente por los más débiles (en la película). Sin embargo, el Marlon hombre, se comportó como un niño malcriado durante el rodaje. 

El resultado final fue aplaudido por la crítica, aunque no funcionó en taquilla, con este y otros fracasos parece como si su estrella se hubiese apagado.


En 1972 llega a su vida un papel por el que Brando está dispuesto a pelear y eso, hace mucho que no le pasaba. Ese papel es el de Vito Corleone en El Padrino, adaptación de la novela de Mario Puzo,  que un joven Francis Frod Coppola va a dirigir y está dispuesto a jugárselo todo a una carta, a pesar de que los productores y el estudio no querían ni oír el nombre de Marlon Brando, mucho menos contratarle. 

Todos los miembros del cast (Al Pacino, Robert Duvall, James Caan, Diane Keaton, Talia Shire,...) representaban a la nueva generación de actores y le admiraban profundamente, querían aprender de él, de su técnica, su modo de trabajo,... El rey de los actores de método ha recuperado su trono, consigue su segundo Oscar, que no estuvo exento de polémica. Brando no acudió a la gala, mandó en su lugar a una mujer india, para hacer un alegato en contra del modo en que los indios han sido retratados en el cine. Los compañeros del mundo del cine no se tomaron nada bien este desaire a su institución.  

Brando encadenó este rodaje con el de El último Tango en París a las órdenes de Bernardo Bertolucci. En ella interpreta a un hombre solitario que acaba de perder a su esposa. En esta película Brando se reencuentra con lo que una vez fue. El rodaje fue muy complicado porque Brando no era capaz de aprenderse sus diálogos, según él porque no tiene memoria. El monólogo que recita ante el cuerpo de su mujer lo escribió él mismo en una pared, pero no lo leía, se fijaba en una palabra y, a partir de ella, recreaba todo lo demás. El actor se abrió de una manera única, para dar vida a este personaje y no vuelve a hacerlo.


Brando se retiró a Tetiaroa, un grupo de pequeños islotes o atolones de los que se convirtió en propietario. Cuando volvió a Los Ángeles se notaba su falta de ganas de actuar, sólo salía de su autoimpuesto destierro por dinero. Incrementó su caché más y más: cobró 5 millones por 10 minutos en Cristobal Colón, 10 millones por 5 días de trabajo en Superman

Era muy curioso, pues el tener a Brando contratado hacía que los proyectos fuesen tomados en serio, sin embargo sus problemas de memoria eran cada vez más evidentes. En Apocalisis Now (1979) con Coppola al mando, otra vez, Brando hará otra de sus magníficas y perturbadoras interpretaciones. El juego de luces y sombras usado para ocultar los cartelones con sus diálogos, hacían a su personaje más perturbador.

Los siguientes 10 años los pasa sin trabajar y será una mala época en su vida personal. Su mejor amigo y abogado se suicidó y su compañera muere en un accidente de coche. Marlon sufre pero no ahoga sus penas en alcohol, las ahoga comiendo, llega a pesar 130 Kg. Se convirtió en una caricatura de sí mismo, desagradable, cruel, dado a los excesos,... 


Brando tuvo 12 hijos de 7 mujeres diferentes y 2 de ellos se verán envueltos en sucesos muy desagradable. Cheyenne, fruto de su matrimonio con Tarita, está viviendo en la casa de Mullholland junto a su compañero Doug. Cerca de esta casa vive otro de los hijos de Brando, Christian que irrumpirá en casa de su hermana, donde mata a Doug. Christian no distingue la realidad de la ficción a causa del abuso de las drogas y el alcohol. Durante el juicio, Brando es el último testigo en declarar y, durante 2 horas interpreta su papel más importante. Christian fué condenado a 10 años de cárcel,  Cheyenne se suicidó poco tiempo después. 

Su última película fue The Score (El Golpe) en el año 2001 en la que compartía pantalla con Robert De Niro y, durante el rodaje,  era a la única persona que él hacía caso, el único al que respetaba.

A pesar de todas sus sombras, a Brando siempre  le recordaremos por esos momentos en los que ha brillado con luz propia, en la piel de los personajes a los que dio forma de ese modo tan personal, tan intuitivo, que no tiene comparación.                

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