Este es el título de una serie de la cadena NETFLIX, parece un título sencillo pero, a la vez, es una declaración de intenciones. Los 13 episodios de la serie van desgranando las 13 razones que han llevado a la protagonista al suicidio.
El personaje principal, Hannah Baker, ha grabado estas 13 cintas y ha dejado instrucciones de qué hacer con ellas, porque hay un orden preciso en el que cada uno de sus compañeros, que a su vez forman parte de esas 13 razones, deben escucharlas.
Cuando la serie comienza, varios de los chicos han recibido, y pasado al siguiente, las cintas que, ahora, están en manos de Clay Jensen, él es el número 11 en esa lista de razones pero él curiosamente no está ahí, como los demás, por algo que hizo, sino por lo que no hizo.
Escuchar todo lo que le pasó a Hannah, cómo ha sufrido los dos últimos años hace que Clay se replantee muchas de sus decisiones y la manera de ver a sus compañeros de instituto. Tratará de hacer justicia para Hannah, pero no sólo para ella, porque no es la única que ha sufrido acosos, abusos, violencia, presión del grupo,... Gracias a las cintas de su compañera, Clay y todos los demás van a ver el instituto y a sus compañeros con unas nuevas gafas.
La serie ha generado mucha controversia y una inmensa polémica, algunos creen que no deja claro por qué Hannah se suicida, a pesar del título, las razones que la chica detalla son muy triviales; otras de las críticas creen que es peligroso convertir en heroína a alguien que ha decidido quitarse la vida. La Asociación Nacional de Colegios de Psicología publicó en Estados Unidos un comunicado en el que advertía de los peligros de la serie. "No recomendamos que los jóvenes vulnerables, especialmente aquellos que tienen alguna tendencia suicida, vean la serie".
Es muy posible que todo eso sea cierto pero, para mí, centrarse en el suicidio es reducir la serie, lo realmente importante es ver cómo unos chicos jóvenes que provienen de familias "normales", se comportan unos con otros, cómo puede afectar ese comportamiento que, de no ser por las cintas, ni siquiera habrían pensado que estaba mal o que hacían daño a alguien. Sus familias no tienen idea de nada, creen conocer a esos chavales pero, a lo mejor, no quieren verlo porque eso supondría que, de algún modo, han fracasado, ellos y el instituto que quiere barrer bajo la alfombra. Nadie ha visto nada, nadie ha hecho nada, todos se han comportado de un modo impecable, la culpa es de Hannah por ser demasiado sensible.
Una conclusión que podemos sacar de la historia de Hannah Baker es que deberíamos tratar de ponernos en los zapatos del otro, porque no sabemos el efecto que nuestras acciones tienen en los demás.
El 24 de Mayo se estrena una TV Movie para el canal ABC cuyo nombre es Dirty Dancing y el título no es casualidad o coincidencia sino un remake musical de 3 horas de la historia que todos conocemos, y yo, no sé ni por qué ni para qué. ¿Qué, de nuevo, nos va a aportar esta versión? ¿Va a haber alguien que nos haga soñar con que, teniéndole a él de pareja, podríamos bailar bien?
A la primera pregunta no le encuentro respuesta, la segunda la tengo clara: NO. Patrick Swayze sólo hay uno y no he visto a nadie que baile como él. Viéndole parecía muy sencillo, pero para él era de todo menos fácil.
En sus años de instituto Swayze era parte del equipo de fútbol americano de su instituto, tenía esperanzas de que las universidades se interesasen por él y le concediesen alguna beca, pero una grave lesión de rodilla le obligó a cambiar sus planes, a corto y largo plazo. Los ligamentos de su rodilla estaban completamente destrozados, necesitó varias operaciones para intentar repararlos y, una infección estuvo a punto de forzar a los médicos a que amputasen su pierna.
Está claro que conservó su pierna, pero todos le decían que no volvería a bailar y, según él, justamente eso fue lo que le llevó a mudarse a New York, que su madre y los médicos le dijesen que no volvería a bailar; allí completó su formación en ballet clásico en el Harkness Ballet y la escuela Joffrey Ballet.
Todas sus operaciones le dieron tiempo para plantearse de nuevo su futuro y, una vez completada su formación, decidió probar suerte en Broadway, donde formó parte del elenco de Grease. Poco después debutó en el cine con la película (olvidable) Skatetown U.S.. Pero es evidente que sus papeles más memorable vinieron después, Además de Dirty Dancing están Rebeldes, Ghost, Le llaman Bodhy, De profesión Duro, A Wong Foo (gracias por todo Julie Newmar).
No sólo hizo papeles en la gran pantalla también fue uno de los protagonistas de la Miniserie Norte y Sur (gran producción con un elenco de infarto) y la Serie The Beast en la que trabajaba en la última etapa de su vida. Para tratar el cáncer de páncreas que padecía se sometió a un duro tratamiento pero eso no le impidió seguir trabajando, ni siquiera dejó de tomar calmantes para los dolores, porque tenía miedo de que su interpretación perdiese matices. La serie tuvo un buen recibimiento y la cadena dio luz verde a una segunda temporada, Patrick estaba dispuesto pero su salud empeoró y los productores prefirieron cancelar el proyecto.
A esta nueva versión, de la película que marcó una época, protagonizada por Abigail Breslin (como Baby) y Colt Prattes (como Johnny Castle) le falta lo más importante: Patrick Swayze, por mucho que Colt sea el bailarín del videoclip Try de Pink en el que queda demostrado lo buen bailarín que es.
Se que no es el único bailarín del mundo, pero para mi, Patrick Swayze es el único Johnny Castle posible.
