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martes, 17 de febrero de 2015

50 SOMBRAS

100 millones de personas leyeron los libros y es muy posible que tantas o mas vayan al cine a verla. Este fin de semana, coincidiendo con el 14 de Febrero, los fans ya hemos podido ir al cine y ver qué han hecho con el libro 50 shades of Grey (50 Sombras de Grey).

Cuando leemos un libro ponemos nuestra imaginación a trabajar, nos hacemos una composición de lugar y ponemos la cara que nos gusta al personaje, pero cuando el libro es llevado a la pantalla, sea la grande o la pequeña, ya no hay vuelta atrás, los personajes toman cuerpo y puede coincidir con lo que el lector espera...... o no. 

Siendo sincera al 100% las esperanzas de que la película me gustase tanto como me gustó el libro no estaban muy altas, los actores no eran los que yo había imaginado. Quizás Dakota Johnson sí me convenció más como Anastasia Steel que Jamie Dornan como Christian Grey. En mi imaginación siempre había estado Matt Bomer, o más bien Neal Caffrey, su personaje en White Collar. La manera en que en el libro describe E.L. James al personaje (traje, corbata, gemelos, ojazos, pelo oscuro...) me hizo inmediatamente ponerle esa cara y me ha sido difícil quitársela.

Dicho todo esto he de decir que la película me gustó bastante, es muy fiel a los libros guardando equilibrio entre la parte sexual y la historia romántica, algo bastante difícil. 

Destacaría la interpretación de Dakota Johnson que está realmente bien, simpática cuando toca y frágil cuando es necesario. Al fin y al cabo la historia está contada desde los ojos de Anastasia y el 80% de diálogo es suyo, si este personaje falla, toda la película correría la misma suerte. 

Con esto no quiero decir que la interpretación de Dornan no me haya gustado sino que su personaje es más complejo, tiene que caminar por la fina línea de ser un hombre inexpresivo y, a la vez, que a la gente le llegue de algún modo lo que puede estar pasando por su cabeza. Personalmente me convenció bastante pero sólo a impulsos, había momentos en los que estaba como desconectado, simplemente seguía adelante como un robot, en cambio hay otros momentos en los que te lo crees completamente. 

Otra de las cosas que me gustó mucho de la película es el tono de las escenas del cuarto rojo. Son escenas difíciles porque podrían generar rechazo en el espectador y, en cambio, no es así. La directora Sam Taylor-Johnson las ha tratado de un modo muy elegante, con la sensualidad (o sexualidad) necesarias sin convertirlas en algo sucio o pervertido (sin que a uno le den ganas de probarlo nada mas salir del cine).    

En su momento, los libros generaron un gran revuelo del que la película no se va a librar y, además de las críticas cinematográficas, tendrá que enfrentarse a la gente que odia la historia así como complacer a aquellos que la adoran que, por cierto, están deseando que el estudio de el OK para que se rueden las secuelas, pero esa es otra historia que debe reposar para ser contada (jeje)

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